Exámenes Cardiológicos

Los exámenes cardiológicos permiten evaluar la salud del corazón y el sistema circulatorio. Son fundamentales tanto para el diagnóstico precoz como para el seguimiento de enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, arritmias y otras alteraciones cardiovasculares.

Estos estudios pueden ser solicitados por un médico de cabecera, un cardiólogo o como parte de un control preventivo, especialmente en personas con factores de riesgo.

Recomendaciones generales

Tipos de exámenes cardiológicos

Para que el estudio sea más eficaz, seguí estas recomendaciones:

Electrocardiograma (ECG)
Registra la actividad eléctrica del corazón. Es rápido, indoloro y útil para detectar arritmias, bloqueos, signos de infarto previo u otros trastornos del ritmo cardíaco.
Es un dispositivo portátil que monitorea el ritmo cardíaco de manera continua mientras la persona realiza sus actividades diarias. Se utiliza para detectar arritmias o episodios que no siempre aparecen durante una consulta médica o ECG convencional.
Permite registrar la presión arterial durante 24 horas, en intervalos automáticos. Es clave para el diagnóstico y control de la hipertensión, especialmente en pacientes con presión arterial variable, sospecha de hipertensión nocturna o resistencia al tratamiento.
Estudio por ultrasonido que evalúa la estructura y el funcionamiento del corazón. Permite observar las cavidades cardíacas, válvulas y el flujo sanguíneo. Es útil en el diagnóstico de enfermedades valvulares, insuficiencia cardíaca, soplos y otras alteraciones estructurales.

Indicaciones frecuentes

Estos estudios pueden indicarse en casos como:

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